Capítulo 2: Te han mentido. Ponerte en lo peor no te ayudará.

Desde pequeñxs nos han enseñado que, la mejor manera de estar preparadxs frente a la incertidumbre es “Ponerse en lo peor”. Y sino fíjate en ti. Observa tu diálogo interno cuando esperas una noticia, probablemente puedas pillarte en el acto aconsejándote a ti mismx eso de “Bueno, tú ponte en lo peor y si sale bien… pues perfecto”.

Se trata de la más que famosa creencia del “Piensa mal y acertarás”.

En este primer post quiero hablar precisamente de eso, de una de las estrategias que tenemos como sociedad y como individuos para afrontar la incertidumbre: El foco en lo negativo.

😩 El “Sesgo de negatividad” como estrategia frente a la incertidumbre

El concepto “Sesgo de negatividad” trata de la tendencia a darle más importancia o prioridad a los aspectos negativos de una situación, frente a los aspectos positivos o neutros. Este enfoque en “lo negativo” es un recurso adaptativo del cerebro que proviene de nuestros tiempos en las cavernas. Y es que como Neardentales, ser capaz de detectar los peligros o problemas era una habilidad clave para la supervivencia, mientras que ver “las cosas buenas” no tenia una gran utilidad para ello (En ese momento de nuestra evolución al menos).

Este concepto aplicado en situaciones futuras en el que hay percepción de incertidumbre (Ya sea en un grado mayor o menor), se convierte en una estrategia para afrontar esa incertidumbre.

👍 ¿Qué nos aporta pensar así?

Esta estrategia nace de la necesidad de apaciguar la incomodidad que nos provoca la falta de control sobre el futuro, específicamente, sobre la incertidumbre.

Aunque parezca una paradoja, visualizar el peor de los desenlaces de una situación nos da paz y tranquilidad, nos permite volver a dormir por las noches porque crea la falsa ilusión de que “preparándonos para lo peor” “tenemos el control”.

👎 ¿El problema?

Esta estrategia mental se construye sobre la sensación de tranquilidad que nos aporta estar preparados para lo desconocido, a priori puede parecer que no hay nada de malo en ello… Sin embargo hay varias premisas nos hacen cuestionarnos esta “ley del peor escenario”:

1.Te puede convertir en “una de esas personas”

Pensar en lo peor, no significa necesariamente estar preparadx para hacerle frente. Ponerse en lo peor puede ser, simplemente eso, ponerse en lo peor.

Todxs conocemos a alguien que solo ve lo negativo, los problemas y los peligros. Personas que viven con el sombrero negro y a los que los gurús llaman “personas tóxicas”. Para ellxs “todo es muy complicadx”, y el problema es que se trata de una actitud con una gran carga vírica que se contagia muy fácilmente.

Son “esas personas” a las que no te apetece explicarles nada que sea importante para ti porque sientes que te lo estropearán, que te drenaran la alegría. “Esas personas” a veces eres tú, y no solo para con lxs demás, sino también para contigo mismx.

2.Puede volverse contra ti

El cerebro no distingue entre un escenario hipotético y la realidad.

Es decir, si piensas en que todo salga mal tu cerebro activará el mecanismo para hacer frente a esta situación como si fuera real. Es decir, la adrenalina, los bloqueos, los nervios, el miedo o incluso el enfado se activarán preparándote para el peor escenario posible sin que este haya sucedido. Es como revivir el peor de los recuerdos sin que este haya existido jamás.

Visualizar lo negativo es una trampa peligrosa ya que provocas que una situación no real afecte a tu actitud, comportamiento y especialmente a tu autoestima.

3.Solo te prepara para ser unx looser

Querer estar preparado para lo peor puede llegar a estar bien si las cosas salen mal pero… ¿Y si salen bien?

¿Te ha sucedido alguna vez que mientras te ponías en lo peor, todo ha salido mejor que bien y no has sabido cómo te sentías? ¿Incluso has llegado a dudar de que eso fuera lo que realmente querías?

Creer que prepararse para lo peor es suficiente es un enfoque limitado en muchos aspectos. Lo creas o no prepararse para el éxito también es clave en muchos aspectos.

A nivel personal conectar con nuestros éxitos es fundamental para nuestra autoestima y autoconfianza, no olvidemos que una de las características del Síndrome del Impostor es la desconexión con nuestros éxitos. Vivimos en tiempos en los que la “Autorealización” es lo máximo a lo que puede aspirar el ser humano occidental privilegiado, sin embargo nos hacemos trampas al solitario al no estar preparados para hacernos cargo de nuestros éxitos como lo hacemos con nuestros errores.

Por otro lado, a nivel de proyectos, el aprendizaje que surge de los éxitos es tan valioso como el nacido de los “fracasos” a pesar que siempre inclinemos la balanza hacia estos últimos. Es vital para un proyecto analizar los factores de éxito para poder replicarlos. Creer que reconocer nuestros éxitos es incompatible con ser “humilde” es un mindsetque limita el aprendizaje y la proyección de nuestros proyectos y relaciones.

No olvides que “Lo mejor” no es un escenario secundario, también requiere de atención.

🚀 “Ponerme en lo peor” me sale automático… ¡Cómo lo cambio?

Como todo lo que tiene que ver con la gestión emocional, el primer paso es tomar consciencia de mis patrones. Para ello te invito a observar tu diálogo interno y responder a las siguientes preguntas:

¿En qué momento exacto aparecen este tipo de pensamientos?

¿Qué estaba pensando justo antes de que empezaran a aparecer?

¿En qué consecuencias ponen foco estos pensamientos? ¿En la parte económica, en la parte emocional, quizás en mi autoimagen…?

¿De qué me quiero proteger? ¿Qué tengo miedo a perder?

👀 ¿Quieres saber más? Este post forma parte de una serie que he dedicado a la gestión de la gestión emocional de la incertidumbre, por eso mantente atentx porque en mis próximas publicaciones seguiré desarrollando temas relacionados con ella y sus claves.

📩 ¿Te gustaría trabajar alguno de los temas que has leído aquí conmigo?  Escríbeme un correo a hola@lauraemecoach.com y cuéntame tus dudas, será un placer acompañarte a resolverlo.